Por Nicolás Pereira Montenegro.

Claudia Dides es socióloga de la Universidad Arcis, cuenta con un postítulo y un magíster en Género y Cultura en América Latina por la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile. En la actualidad es directora ejecutiva de MILES Chile y miembro de consultivo del Consorcio Latinoamericano de Anticoncepción de Emergencia (CLAE). Es también miembro del Comité Editorial de “Revista Nomadías” y consultora del Programa de Prevención de VIH y Sida del Ministerio de Salud. Feminista y madre de familia.

Su rol dentro de MILES Chile ha destacado su tenacidad. La institución, que se formó en 2010 y que logró una consolidación mediática cinco años después, busca generar conocimientos, políticas públicas, cambios legislativos, formar, capacitar y articular redes para promover los derechos sexuales y reproductivos en el país en el marco de los derechos humanos contribuyendo al  mejoramiento de los servicios integrales de salud sexual y reproductiva. Pensar en MILES Chile sin Dides es casi imposible.

Su valentía a la hora de abordar estas temáticas la ha llevado a encabezar polémicas campañas como la lanzada hace dos años, donde se mostró a mujeres fingiendo accidentes para interrumpir su embarazo como último recurso. Una suerte de mofa desde el sector más invisibilizado de la ciudadanía a los sectores más consevadores.

Ese mismo coraje es el que ocupa a la hora de señalar a los principales culpables de la vulneración de los derechos de la mujer en Chile: “la derecha y la Democracia Cristiana”. Recientemente, ambos sectores políticos impulsaron la aprobación -por parte de la Comisión de Constitución- de la objeción de conciencia, atribución que solo se había dado a los médicos para declinar participar de un procedimiento de aborto y que ahora se extenderá a todo el equipo de salud que participe en el pabellón.

“A mi me pareció que ganó la derecha. La decisión de tener objeción de conciencia para todo el equipo pone en tela de juicio todo el proyecto de Ley. Algunas cuestiones (del proyecto) había que arreglarlas, pero a partir de lo que sucedió en la Comisión Constitucional, la verdad es que estamos muy sorprendidas del resultado. No entendemos esta idea de triunfo por parte del Gobierno de ver avanzar la Ley cuando justamente lo que se hizo es poner obstáculos al ejercicio de derechos a las mujeres”, sostiene Dides.

La necesidad de consolidar una Ley de Aborto en tres causales ha sido su bandera de batalla durante los últimos meses. Si bien su lazo con el gobierno es estrecho, no tiene reparos en sacar a relucir los errores que este ha cometido: “Primero que todo, yo creo que el aborto es un tema que ya debería estar zanjado. Me parece que una discusión, un debate que tiene tanto apoyo ciudadano y que aún no salga del parlamento, habla no sólo de la ineficiencia de la gestión política, sino que también habla de la falta de interés. Sabemos que hay parte del Gobierno que ha estado trabajando fuertemente en el tema, pero si un Gobierno no le da prioridad a este proyecto, evidentemente, va a ser dificil que salga”.

Chile, país OCDE, es una de las siete naciones del mundo donde se penaliza el aborto. Es decir, la mujer que lleve a cabo dicho tratamiento será encarcelada. La lista la completa El Vaticano, Malta, República Dominicana, China, Nicaragua y Honduras. En comparación con vecinos de la región, nuestro territorio cuenta con el panorama más desalentador. “Si es por compararse con América Latina, en todas las naciones existe algún tipo de causal y las leyes de Uruguay y México me parece que son lo más óptimo para dicho tema. Son leyes que dan cuenta de la posibilidad de las mujeres para elegir en qué circunstancia pueden abortar”, aclara la profesional.

“Han sido bastante exitosas en término de aplicación y con eso tampoco aumenta el número de abortos, sino que simplemente las mujeres han podido acceder a mejores servicios de salud, a abortos legales y seguros que me parece que es lo que debería comprometerse y que debería suceder en nuestro país: que las mujeres no tengan que experimentar ninguna situación de riesgo ni tampoco situaciones de clandestinidad”, afirma Dides.

 

La respuesta de los bloques políticos

El gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet presentó el proyecto de ley sobre despenalización del aborto en tres acusales y su elaboración estuvo a cargo de MILES Chile. Es por esto que el vínculo entre Dides y el Ejecutivo es innegable. Cuando habla sobre el rol preponderante que ha tenido la presidencia en el desarrollo de este proyecto, Dides siempre ha destacado “la buena fe” por parte de Bachelet, pero conserva resquemores a la hora de dar el mismo apoyo a su bancada.

“Yo creo que la Presidenta se comprometió. La Presidenta lo puso en su programa de Gobierno. Yo no dudo de su palabra. El problema es cómo ha sido la gestión de su propio Gobierno con respecto a este tema. Me parece que aquí la culpable no es la Presidenta sino que la Democracia Cristiana, la que ha puesto todas las trabas para poder aprobar este proyecto. En conjunto a la Derecha, lo único que han hecho es dilatar. Entonces, las circunstancias en las que hoy se encuentra la Nueva Mayoría con la crisis política que tiene, hace que el proyecto de Ley pase a ser una especie de canje político en el marco de que estamos próximo a las elecciones. Yo no dudo de la palabra de Bachelet, creo que más bien el problema está en cómo se ha transado este proyecto en el marco de esta crisis política”, enfatiza la socióloga.

Respecto del Frente Amplio, Dides ve en la candidata Beatriz Sánchez un buen presagio para las futuras luchas feministas: “Las propuestas de Beatriz Sánchez son buenas. Ella ha acogido las demandas de la sociedad civil en torno a los derechos sexuales y reproductivos, por lo tanto creo que escuchó. En ese sentido todas sus propuestas dan cuenta de las necesidades de las mujeres”.

 

“No se respeta el Estado laico”

El pasado 19 de junio se confirmó la visita del Papa Francisco a la ciudades de Iquique, Santiago y Temuco. Héctor Vargas, obispo de la capital de la Araucanía, consideró este viaje en distintos medios como algo que es «bueno que el papa nos haya considerado” ya que “sabemos que vivimos situaciones y climas complejos y difíciles”. Misma reacción tuvo los sectores más conservadores, quienes ven en esta cita una oportunidad único para retrasar aún más la promulgación de la Ley de Aborto.

“Obviamente la visita del Papa es un contexto que se está preparando y que los grupos antiderechos van a utilizar en el marco de lo que plantea la Iglesia Católica. Aquí lo que no se está respetando es el Estado laico, la separación entre Estado y religión. Les dieron todo en bandeja para que los grupos antiderechos puedan utilizar la visita del Sumo Pontífice en pro de sus propias ideas, las cuales no representan a toda la ciudadanía, a todo el pueblo chileno, pero que sin embargo las imponen a través de políticas que no reconocen los derechos de las mujeres”, sentencia Dides.

Si bien el panorama asoma desde una trinchera que no dará descanso, Claudia augura un mañana donde las mujeres puedan decidir de manera autónoma, lejos de toda moral confesional: “Yo creo que la próxima batalla es una ley de derechos sexuales y reproductivos, la incorporación de estos derechos en la nueva Constitución chilena, la cual todos esperamos tener y efectivamente, la posibilidad de tener una Ley de Aborto menos restrictiva”.